24.10.08

Los novios chinos prefieren fotos "temáticas"

Shanghai (China).- En un país como China en cuyas ciudades la vida se moderniza y se transforma constantemente, y donde lo nuevo apasiona tanto como el hacerse retratos para presumir ante familiares y amigos, la combinación de boda y fotografía es colorista y variada.
Más allá de la tradición occidental de fotografiarse el mismo día del enlace, las parejas chinas se hacen todo un álbum de fotografías "temáticas" antes de la ceremonia de la boda, a menudo llenas de colorido, fantasía y originalidad.
Verse inmortalizados como indios precolombinos en actitud de caza, como gauchos de la Pampa, como ángeles enternecedores en un limbo con fuentes y arpas de plástico, como aristócratas del siglo XVIII, o incluso con vestimentas idénticas a las de las películas y las series de televisión de moda, son sueños ya al alcance de muchos novios.
En Shanghai, seguramente la ciudad más moderna y extrovertida de China, acaba de celebrarse la undécima edición de la "Feria Internacional de Equipamientos de Boda y Fotografía", un evento rebosante en su despliegue de medios para servir a los "ying lou", o agencias nupciales especializadas.
La bienvenida la da a las puertas del recinto un "helicóptero nupcial" de resina sintética, que "no puede volar, pero sí que va por tierra, como los coches, y es muy popular para fotos en jardines", explicó su "piloto", Shang Kang, de la Compañía de Accesorios Yimaneili, de Xinxiang, en la provincia central de Henan.
Más de 300 empresas especializadas acudieron a la cita anual, ofreciendo en un inmenso bazar trajes, decorados, cosméticos, maquillaje y accesorios, desde pelucas, sombreros, alas angelicales, instrumentos y gramófonos hasta marcos de fotos, tazas y otros regalos donde imprimir la imagen de los novios para los invitados.
Mientras la modelo Zhang Lu explica orgullosa los adornos de su "tangzhuang" tradicional, un fastuoso vestido rojo y dorado, popular entre los jóvenes más apegados a su cultura y muy demandado para las bodas "mixtas" entre chinos y extranjeros, el modista malayo Leslie Lee se declara fascinado por la fusión que permite el mercado chino.
"Los chinos son mucho más tradicionales que en otros países de Asia, pero a la vez están mucho más abiertos a mezclar elementos exóticos de otras culturas, y les encanta lo nuevo", afirma Lee, cuyo taller se llevó el premio de la feria al mejor diseño.
"Por ejemplo el "zhongshan" (traje largo, que lleva el nombre en mandarín de un ilustre partidario suyo, el "padre de la patria china", Sun Yat-sen) lo estamos haciendo utilizando el bordado y la decoración tradicional china, pero con colores chillones y corte occidental", mostró el creador de la "nueva generación" del traje.
"Así conseguimos hacer algo bastante diferente, que mezcla el Oriente y el Occidente, y hace sentir a los novios muy apegados a su cultura pero a la vez decididamente jóvenes y modernos", concluyó Lee, que propone un conjunto de tres o cuatro piezas, para los "ying lou" y para casarse de verdad tras la sesión de fotografías.
Entre modelos de tartas de nata, cargadas de diodos de colores, y montañas de copas donde está escrito "wo ai ni" ("te quiero"), Cai Jiafen, de la sastrería shanghainesa Fujuan, enseña con orgullo la joya de su expositor: vestiduras historicistas para ella y para él, copia fiel de las de la película "El banquete", de Feng Xiaogang.
"También tienen mucho éxito los trajes de la última película de Zhang Yimou y de las teleseries surcoreanas, así que nosotros seguimos la corriente", explica Cai, y "además los novios están así muy elegantes y a la moda".
Con todo, si lo que los prometidos buscan es inmortalizar su pasión y su juventud con una sensualidad más explícita, la mejor propuesta es el conjunto sobre el toreo español que propone la firma shanghainesa Farina, con un ajustado traje de luces blanco y dorado para él, y un reducido vestido de novia blanco para ella.
Gisele Tadioli

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